¿Qué grupo recordará mejor una secuencia de números después de 12 horas?
A) Los que aprendieron por la mañana y estuvieron despiertos
B) Los que aprendieron por la noche y durmieron
Solución
Matthew Walker habla en su libro ‘Por qué dormimos’ de que en el año 2000 dio una conferencia sobre el sueño y al terminar se le acercó un pianista, quien le dijo: “A veces estoy tocando una pieza durante largo rato, incluso hasta bien entrada la noche, y no la consigo dominar; a menudo cometo el mismo error una y otra vez en el mismo lugar. Al final me voy a la cama frustrado. Pero, cuando me levanto a la mañana siguiente y vuelvo a sentarme al piano, resulta que la puedo tocar perfectamente”.
Walker no conocía ninguna evidencia científica de que el sueño favoreciera el aprendizaje. Se puso a investigar y unos años después, cuando trabajaba en la Facultad de Medicina de Harvard, dirigió un experimento junto con Robert Stickgold: “Reuní a un gran grupo de personas diestras y les pedí que aprendieran a escribir una secuencia de números en un teclado con la mano izquierda, como 4-1-3-2-4, con la mayor rapidez y precisión posibles. Como si estuvieran aprendiendo una escala de piano, los sujetos practicaron la secuencia de habilidades motoras una y otra vez durante un total de doce minutos, tomando pequeños descansos durante el proceso”.
Dividieron a los estudiantes en dos grupos. El primer grupo aprendió la secuencia por la mañana, se mantuvo despierto todo el día y se le hizo la prueba de rendimiento por la noche, sin que mostraran una mejora significativa. El segundo grupo aprendió la secuencia por la noche, durmió 8 horas y fue examinado a la mañana siguiente, mostrando unas mejoras del 20% en la velocidad de ejecución y casi un 35% en la precisión. Para descartar que el segundo grupo fuera más hábil por naturaleza en esta tarea, sometieron al primer grupo a otra prueba pero esta vez en el formato de aprender por la noche y dormir, y presentaron un aumento de rendimiento similar al que obtuvo el grupo 2: “En otras palabras, tu cerebro continúa mejorando tus habilidades cuando tú ya has dejado de practicar. Realmente es bastante mágico. Sin embargo, este aprendizaje diferido, ‘fuera de línea’, ocurre exclusivamente a lo largo del período de sueño, no a través de períodos equivalentes de tiempo despierto, independientemente de si el tiempo de vigilia o el tiempo de sueño vienen antes o después”.
Esto me recuerda a lo que me comentaron una vez en una escuela: “Lección dormida, lección aprendida”, o como afirma Walker: “La práctica no hace al maestro. Es la práctica seguida de una noche de sueño lo que conduce a la perfección”.
P.D.: En otro experimento que comenta Walker, que fue dirigido en 1924 por John Jenkins y Karl Dallenbach, ‘Obliviscence during sleep and waking’ (American Journal of Psychology 35, 1924, pp. 605-612), los participantes recordaban mejor una secuencia de sílabas tras dormir 8 horas que estando despiertos durante el día. Fuente: https://www.jstor.org/stable/pdf/1414040.pdf?refreqid=excelsior%3Ab82b7ecd0f84caf91fe36adc83455c11
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